Poesía nocturna

Un verso, un universo Un muchacho a solas Soñando con un beso De mujer majestuosa Que ya no se enamora Por miedo abusador Culpa del traidor que hace el sexo sin amor Ahora solo busca Sueña, que su musa luzca En cada día la sintonía de una melodía llamada alegría Proclamada sinfonía de confianza y verdadero amor Imperfección perfecta Diosa que lo ausenta Del miedo al valor, del frio al calor Lo afecta a ser algo mejor Flor que aconseja su dolor Arquitecta… de su corazón Cada noche, ángeles y demonios Por reproche, son testigos de sublime inspiración Respetando más que al patrimonio De su propio Dios, deseando otro don Poesía es su tentación Mi sueño, mi perdición Una mujer mi cruel deseo, trémulo en mi interior Mi anhelación Más que eterno, el cielo o el infierno En aquella mirada… no hay distinción ¡Después! Acariciar tu piel, para saciar mi sed Dedos y labios transformados en tu cuerpo… un pincel Deslizando en tu piel Tus senos lo más bello, más dulces que la miel La mas suave caricia es mi sello Y lo escribo en un papel; mujer Siempre te seré fiel, has realidad el sueño Y déjate caer Ganando algo eterno en los brazos de monsieur ¡Ser feliz! Te lo has de merecer Más que risas y sexo, al mundo lo confieso Temer, llorar, perder, apoyar Crecer, valorar… Amor puro y sin deceso bastara en cada tropiezo… renacer con un beso Musa terca, excitas mi deseo Tan solo estando cerca titubeo Por ti daría la vida Sacrificar mis sueños por estar a tu lado Mujer furtiva De ti estoy enamorado