Telefonemas

Propongo que la duda se nos cuele Sin rumbo por las anchas avenidas De nuestras manos empavorecidas Pa´ que la aurora llegue y nos devele Que pasar por tensiones siempre duele Milagro de la tierra prometida La muerte redentora siempre es vida Si dejamos que el amor, libre, vuele Abramos nuestro pecho a los dilemas Que acorten las distancias de este viaje Como si fueran dos telefonemas Que, silentes, comparten su lenguaje Que la paciencia sea nuestro emblema Fiel compañera de peregrinaje