Sombras

Misión de la operación: matar al referente Romper los anclajes de la identidad. Ser un cuerpo ausente En la oscuridad tras las cortinas Levitando sin huella Demostrar que no existe la esencia Que la autoridad se imagina Que solo atina quien patina y no sufre fricción Que la moral es constricción, una pegatina Y la luz llega contaminada a tu retina No sé si es cuántico o clásico Es misántropo, no tántrico. Es mi rutina No existe la piedra que pules, ni la cantera No existe el pico con que golpeas, sí la cantina Naces esclavo y nadie se amotina Una manifestación es una representación Una exhibición de identidades necesitadas que nunca culminan Una social medicina Desesperación. La conversación nunca termina El precio de la interacción cada vez que opinan La investigación es contar átomos en una mina La incertumbre jamás se elimina Te tiñes las canas. Te pones gomina No cambia la realidad cuando la examinas La natura es infinita y el léxico infinito Y aun así nos repetimos. Qué nos determina El miedo está presente en todo lo que cocinas El autoengaño complaciente te fulmina Maquinan para que te desorientes. Combinan Desinformación y explotación y tú les das propina Te conviertes en lo que compras: te inclinas Te perviertes imitando sombras: esnifas harina Se divierten vendiéndote nihilismo en tarrinas No es una conspiración, la cosa no es tan fina Ruidos, estímulos; la razón difuminan Ídolos, vínculos; son de plastilina No eres el dueño del móvil, tú eres el móvil Y así calmas tu vacío y de paso te incriminan Tampoco te escuece, te ponen vaselina Te premian si obedeces. Serotonina Te asedian si difieres. Imponte disciplina Lo que escuchas hiere y abruma pero ilumina La impotencia de la oruga te llena de inquina A paso de tortuga, pero camina La honestidad tortura, pero dobla esquinas Aquí empieza tu vida sin morfina. Ya no te dominan