Jesús

Marta, 20 años. Estaba de paso por la ciudad. Demasiado joven. No Celia, algo no debió gustarle porque dejó de contestarme el tercer mensaje. No Claudia, publicista. Quedamos en un bar y nos tomamos un par de cervezas. No Julia, su risa me pareció muy escandalosa. Creo que le olía el aliento. No Olga, 23 años. Licenciada en Bellas Artes. Le gustan Shakespeare y el cine checo. No Susana, estudia Arte Dramático. Se define como una persona muy sociable. Demasiado excéntrica. No Ana, abogada. Teníamos la misma edad. Buscaba algo serio. No Sandra, se pasó toda la noche hablando de su trabajo. Nunca me he aburrido tanto. No Clara, era muy lanzada. No nos habamos bebido ni la primera cerveza cuando ya la tenía colgada de mi cuello. No Irene, hablaba a gritos. Acabamos haciéndolo en un portal. Dos veces. No Alma, modelo, actriz, figurante, locutora y narradora. Estuvo callada toda la noche. No Isabel, amante de la música. Le gusta leer y ver series. Para lo mal que vestía, se desnudaba muy bien. No Belén, profesora de yoga. Cuando se enteró de que yo era escorpio, se fue sin darme más explicaciones. No Sandra, era vegana. Me pidió que por favor apagase el cigarrillo. No Carmen, apenas me miraba y sólo contestaba con monosílabos. No Raquel, su novio acababa de dejarla. Acabó confesándome que aún seguía enamorada de él. No Lucía, alegre, deportista. Fuimos a cenar. Me gustaba mucho pero haca demasiado ruido mientras masticaba. No Vicky, 31 años. Fuimos a pasear. No medía 1,70 sino 1,50. No se parecía en nada a la chica de la foto. No Miriam, le dije que tena que irme al baño. Nunca ha vuelto a verla. No Sonia y Quique, una de esas parejas liberales que buscan a alguien para hacer un trío Creo que esa noche bebí demasiado. No Inés, buscaba algo casual. Vino directamente a mi casa. No Mónica, cuando desperté ya se haba ido. Unos meses después me la encontré del brazo de su marido. No Paula, demasiado alta. No Sara, demasiado frvola. No Carla, demasiado formal. No Alba, poco madura. No María, demasiado tímida. No Sofía, demasiado celosa. No Jessica, demasiado rara. No Ángela, demasiado delgada. No Lidia, fotógrafa. Era la novia de mi mejor amigo. No Rebeca, divorciada y con un hijo. Definitivamente, no estoy preparado para tanta responsabilidad. No Las historias de amor ya no existen