Despertar (feat. Joaquín Cartero)

Me despierta el olor a leña quemada, mojada, acumulada junto a las gotas de sudor de mi abuelo Me despierta el fulgor del sol en el cabello de mi abuela, en lo dulce de su aguapanela Me despierta la cascada, los pájaros en bandada, la tierra alborotada Dichosa porque está sembrada y no minada, dichosa porque la pisa el oso, el felino Porque reposa en ella el cacao y no el grupo armado. Son mil rios donde te bañas y te Rosa el pescado Un millón de rutas que nuestros ancestros han caminado, forjado, donde nuestras madres han llorado despidiendo al hijo que se va buscando un mejor futuro, pero que vuelven porque el futuro es la tierra, el agua, el sembrado, y de eso es todo lo que estoy rodeado Me despierta lo equivocado de los que me dicen montañero, quizá ellos no saben que al final De su asfalto está el sendero cubierto de maleza, espesa, de la que me hace cosquillas En la cabeza, donde se esconde el marsupial que carga a sus hijitos en su espalda, la que Come fruta, fruta dulce que me embadurna la piel. Me despierta la belleza de esta mujer De la que nace en mi tierra, de la que odia la guerra. Me despierta el viento que pega en la Montaña, los árboles que crujen con el aguacero de la madrugada, cuando me besas y estás helada Cuando te penetro con la mirada Me despierta el aguacate, la bebida de cañaguate con limon Que prepara mi madre. Me despierta que me ames, que caminemos por la vereda, que comamos dulce De breva, tu beso que me eleva Me despierta la roca grabada, los mensajes del pasado La lucha por el territorio sagrado, los mensajes de la madre monte, la que deja que se alimente el Sinsonte, la que nos promete un verdadero horizonte, que fuera del hombre si todo lo Basara en el bronce, en el oro, en el metal No tendría donde caminar, nada para masticar Nada para adornar, como me adorna las flores multicolores, como me adorna el pavo de mil Colores, como contemplo desde mi monte los arreboles Me despierta hablar de la muerte En este paraíso, de la muerte que envían de lo alto, lo de la que deja con sangre el asfalto Me despierta hablar seriamente de mi velorio, de mi mortuorio, de lo que va a ser mi crematorio Porque le dije a mi mujer, porque le dije a mi mujer, que mis cenizas las esparcieran por todo lo que es mi territorio Firma el pie de página, Joaquín Cartero