Dios y Abbita

Yo te escuche como a mi oído susurrabas que Conmigo bajarías al infierno si ay yo bajaba Después yo vi como de mí tú te alejabas a medida Que las llamas se acercaban y quemaban Pensando en ti pase mil noches mil mañanas Y yo se que era por castigarme que tu me ignorabas No fui feliz fui un infeliz mientras lloraba porque Siempre estuve claro del dolor que te causaba Y en el infierno me quemé mientras no estabas Hasta que bajaste a rescatarme envolverme en tu alas Ya no era blanco ese color que yo observaba Ahora era oscuro como yo mami esa mierda me encantaba Súbimo al cielo y nos negaron la entrada así que volvimo Al infierno a quemarnos entre las llamas Y ahora a mi oído tu me gritas que me amas y A pesar de mis defectos con tu amiga me lo mamas Soy el demonio que tu quieres en tu cama disfrutándonos La vida baby que antes nos quemaba En la misma mesa Dios y Abbita se sentaron y a Bagar por por este mundo juntos nos condenaron Y ese castigo convertimo en un regalo que como Aquel brujo alquimista transmuta en bueno lo malo Crece la envidia mientras mejor lo pasamos pero Ahora como demonios de eso nos alimentamos ye