Cinco, y palo nuevo

—¿Qué haces Kinki? —Pues darle a eso —¿Pero cómo cuentas eso? Que eso no va por ningún lado —Sí, por cinco —¿¡¿Por cinco?!? —Claro hombre, que ahora los flamencos ya sabemos contar (—sí, pues hablar no sé yo...) Podemos cambiar un poquito la cosa Siempre por seis, por doce y por tres —Es lo que hay, ¿no? —¿Qué pasa, que no sabéis contar? —No tío, pero es lo que hay. Eso es el flamenco. Esto no es flamenco ni es ná... —¿Que no suena flamenco? Mirame, míramelo cómo viene … Qué pasa, ¿suena o no suena? —Tú lo que pasa es que estás muy pasao... —Yo lo que pasa es que estoy aburrido, hombre, siempre lo mismo, siempre igual Llevamos toda la vida igual, con la guitarrita, con el cajoncito (¡y las palmas!) Hala, seis, seis, doce, tres, doce, seis... —Siempre igual, es verdad —Mira, ¡mira por cinco, qué pasa! Ya va siendo hora de inventar un palo nuevo, hombre Algo que suene asín un poquito más fresquito (por cinco) Para cambiarnos de lo mismo —Tú lo que pasa es que estás muy pasao... —Yo lo que pasa es que estoy aburrido, hombre, siempre igual (¿Pero cómo se baila esto, tío?) —Pues mira Vino el pajarero y me trajo un loro... —...Y la verdad es que me lo he comío, tío, porque ya ves como está el cotarro... No nos llaman ni pa fregar —Pero cómo te van a llamar, desgraciao, ¿tú has visto lo que haces? Eso no es flamenco ni es es ná... (No va por ningún lao) Hay que ver... —Venga, vámonos. (¡y las palmas!) Killa, deja ya el botoncito quieto. No tienes descanso. Ahora sí, vámonos.