América

Piensa bien lo que vas a decir antes de hacerlo. Piensa bien lo que puedo sentir antes de hablar. Porque sueles inflar la situación hasta perder noción de qué sí y de qué no. Y en el fondo ya lo sé, ya lo sé. Ay, ya lo sé... Qué va a suceder al final... Mejor, ni empezar. Se muy bien que puedo raspar, que no soy bocado ni fácil de digerir, ni masticar. Pero espera, tampoco soy veneno. De veras, quiero llevarla bien. Y en el fondo ya lo sé, ya lo sé. Ay, ya lo sé... Qué va a suceder al final... Y en el fondo ya lo sé, ya lo sé. Ay, ya lo sé... Qué va a suceder al final... Y mira nomás... Piensa bien lo que vas a decir. América América, frenética, errática y adicta al dolor. Desértica, poética, tiránica, no tienes temor. Te deposito mi fe. Te deposito a mi Dios. Te deposito mi alma. Te deposito mi amor. Es tiempo de enfrentar el miedo de renacer y echarlo todo al fuego. América, colérica, un águila en un rayo de sol. Atómica y atónita la tierra que ahora hace implosión. Hoy te retiro mi fe. Hoy te retiro a mi Dios. Hoy te retiro mi alma. Hoy te retiro mi amor. Es tiempo de enfrentar el miedo de renacer y echarlo todo al fuego. Es tiempo de enseñar los dientes y comenzar a ser valientes. Un soldado en cada hijo te dio. Un soldado en cada hijo te dio. Un soldado en cada hijo te dio. Un soldado en cada hijo te dio. Es tiempo de enfrentar el miedo de renacer y echarlo todo al fuego. Es tiempo de enseñar los dientes. Es tiempo de comer serpientes.