Lo Que Queda

Después de vomitar un corazón, del traqueteo del reloj, me quedó solo el silencio. Después de tanto frío en el colchón, me desperté pintando un sol que caliente desde el techo. Siempre que llueve yo a través de la ventana miro y sé que no sé si estás conmigo. Que no sé si se torció mi camino o ya nací del revés, si me matará el frío cada vez que no estés. Que no sé lo que viene después. Donde duermen los gatos anoche me pare a pensar, y al rato necesito que vuelvas. De pronto estoy temblando y otra vez duele al recordar y hacer recuento de lo que queda. Me pierdo solo por algún rincón, contando tardes bajo el sol que pasaron sin remedio. A veces me parece oír tu voz, abro los ojos y estoy yo siendo cada vez más viejo. Pero esta vez no lloraré, si se me antoja borraré los resquicios de tu abrigo. Cortaré todos los hilos que enredan tu calor con mi piel, y si no nos cruzamos no te volveré a ver. Ojalá que te vaya tan bien. Donde duermen los gatos anoche me pare a pensar, y al rato necesito que vuelvas. De pronto estoy temblando y otra vez duele al recordar y hacer recuento de lo que queda. Al final me queda solo lo que soy, recordando lo que he sido alguna que otra vez. El camino me ha enseñado que el sudor hay que secarlo para mantenerse en pie. Donde duermen los gatos anoche me pare a pensar, y al rato necesito que vuelvas. De pronto estoy temblando y otra vez duele al recordar y hacer recuento de lo que queda.