Sigo

Sigo caminando porque ya no encuentro nada donde ayer. Sigo navegando, a la deriva busc0 un barco de papel. Sigo sin motivo a veces, y otras veces todo marcha bien: Hoy no sé quién soy, y mañana me conozco demasiado. Sigo preguntándome qué pinto si no pinto una canción, sigo haciendo trampas al silencio con los restos de mi voz. Cada vez más vivo y siempre sigo lo que tengo por hacer, que no terminé, ni recuerdo en qué momento ha comenzado. Sigo estando como sigue estando el mar de un noviembre frío. Sigo aunque no sepa el camino, aunque se crucen mis pies. Poquito a poco voy comprendiendo lo que duele perder. No tengo ni siquiera un remedio para cuando no estés, me agarro siempre a algún clavo ardiendo cuando empiezo a caer. Sigo, aunque el fracaso va robándome una parte de razón. Sigo aún encajando la primera puñalada al corazón. Sigo, pero soy testigo de que empiezo a perder el control, de que mi canción se completa cuando encuentra algún sentido. Sigo estando como sigue estando el mar de un noviembre frío. Sigo aunque no sepa el camino, aunque se crucen mis pies. Poquito a poco voy comprendiendo lo que duele perder. No tengo ni siquiera un remedio para cuando no estés, me agarro siempre a algún clavo ardiendo cuando empiezo a caer. Hoy tengo miedo al paso de los días, a las negras despedidas, a la lluvia en el cristal, a las tardes sombrías, a las noches que me esquivas, al futuro que me intenta encarrilar. Ahora por fin entiendo que mi cara siempre es cruz, que las funciones terminan cuando se apaga la luz, que no hay otro camino que arrastrar todo conmigo y seguir como sigo.