Rap a polvos II

Aquí vuelve el que siempre se revuelve, el que las tiene todas consigo en lo más hondo de su ombligo Sólo digo, tío, que quien no tiene es por no haber tenido, amigo, y no me viene de recibo Así me sale lo que escribo, como podría haberme salido del jodido higo no jodido por no haber arremetido Meter ruido, sacar nueces, ¿eso es lo que te mereces? estar a merced de todas esas vuesas mercedes? ¿Conducir un renault 13 como si fuese un Mercedes? Ser un herpes, eso puedes, ser reclamo de tus propias heces, recibir reveses, tener la suerte de un martes trece en Un viernes trece Y luego querrán que rece, que deje de ser hereje, que me encomiende al que en Nazaret crece y en la cruz poco Después perece Carecer de la libertad que hasta una cárcel ofrece, ese es el sino de quien no encuentra un camino, esa es la Senda del caminar de mi menda, esta, la mierda verborréica de un corazón destrozando mi cabeza Un arma para matar en una mano, una pala, para cavar, en la otra, hermano, ya sabes: primero herir sin daño Segundo olvidar, dejando pasar lo años, tercero acabar viviendo como el primer ermitaño, repetir la operación Esta vez remover todo, aliñarlo, tomarlo sólo con receta, solo, como escarnio, pero acompañado del alcohol que Más sientas como agrio El que quiere algo le cuesta, dijo algún profeta sin testa que no cayó en la cuenta de que no es querer lo que Cuesta, es no poder ver la apuesta, es jugarse la mesa sin tener una respuesta y abandonar la empresa de esta Vida perra, de esta vida gruesa, convertido en una partida, convertido en la remesa, contemplando lo que pasa Hasta acabar como un pasa, arrugado, calvo y muerto, embalado en una caja