quejido del viento

El aire trae suspiros, ecos de un viejo querer, en la sombra de la luna aún me haces estremecer. Tu amor fue un fuego errante, que ardió sin compasión, dejando en mi alma cenizas de una maldición. Ay, ay, ay… mi amor, ¿dónde te has ido? Dímelo luna, dímelo viento, ¿por qué el destino nos juega tan lento? Si yo pudiera olvidar tus besos, si la sangre no ardiera al pensarte… Pero el alma me grita que vuelva, aunque sé que en tu boca hay veneno. Que me castigue el destino, que me arranque este querer, pero que no me condene a vivir sin tu piel. Ay, ay, ay… mi amor, ¿dónde te has ido? Lloran las cuerdas, susurra la brisa, y en mi pecho retumba la herida. Si yo pudiera olvidar tus besos… pero el alma me grita que vuelva.