La Ciudad de los Trasgos

¡Azota, volea! ¡Bajando, bajando! ¡A la ciudad de los trasgos! ¡Embiste y golpea! ¡Martillo y tenaza! ¡En la ciudad de los trasgos! Viajando por sendas de tormenta y confusión, añorando Rivendel y avanzando hacia Erebor. Las Montañas Nubladas no guardarán piedad, gigantes y truenos las quieren quebrar. ¡Mirad! ¡Fili y Kili vienen ya! ¡Hay refugio más allá! Una cueva seca, la entrada a una trampa mortal. ¿Quién viene a morir a la ciudad de los trasgos? Viajeros no sois, asesinos más bien, y amigos de los elfos también. ¿Quién viene a mentir a la ciudad de los trasgos? ¡A golpes y mordiscos! De aquí no salís. ¡Bajo esta colina morid sin piedad! Amarrados los enanos y Bilbo Bolsón, arrastrados por los trasgos ante su amo y señor. Thorin ocultó al Gran Terrible la misión, pero este al ver a Orcrist al enano atacó. ¡Y gritó! Cuando tras él apareció el mago gris. ¡Glamdring brilló! Fuego en su espada, de un golpe al Gran Trasgo mató. ¿Quién viene a morir a la ciudad de los trasgos? Viajeros no sois, asesinos más bien, y amigos de los elfos también. ¿Quién viene a mentir a la ciudad de los trasgos? ¡A golpes y mordiscos! De aquí no salís. ¡Bajo esta colina morid sin piedad! La gruta despierta en un cruel cantar, la compañía debe huir guiados por la luz de la vara de Gandalf. Dori y Bombur llevan a Bolsón, los trasgos ya vienen detrás. ¡Thorin se acercan! ¡Desenvaina! Dijo el gris. ¡Debemos salir de la ciudad de los trasgos! Antorchas se ven, la venganza es cruel. ¡Que nadie deje de correr! ¿Por qué vine? Gritaba Bolsón cuando entre sombras agarran a Dori, que asustado tropezó y Bilbo se cayó, por el pasadizo rodó y se perdió.