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un policía de civil harto vendido por su cara un titular de crónicas donde las víctimas son pibes y pibas y sus verdugos chacales y sus edades iguales el andén es una extracción de la sangre que más sale la banda de pungas que sube en ciudadela 5 hombres y 1 mujer que promedian 65 años desde el furgón llega el olor a porro - paraguayo / nada del otro mundo - cartoneros y bicicletos y ráfagas en las ventanas voraces viveros fondos de casas veo galpones dentados largamente vacíos con cadena y candado largamente vacíos amputados con muletas chicharras tronando hasta el hartazgo calendarios 2004 de la mano de piba embarazada sin compromiso de compra muestra el oeste su llanura de orines y testaferros sus rodillas con mapas de veredas los barrios policiales olímpicas piletas vaciadas de raíz luces que se prenden cuando aún es de día la espalda de los letreros con su estructura ósea en cueros apunta el cielo a la capital con pulmones de edificios y retazos de membrana con la suela de los techos hermana de la brea se oyen las avenidas angostos corredores verdes de la ciudad en caballito es el turno de largarse a caminar tren adentro hacia el primer vagón caminando en movimiento hacia la salida que se acerca avanzando y siendo avanzados a través de las ventanas veo cachorros de naranjú madrecitas de veintipico fumando melbour con musculosas turquesas mientras caminan crías del cole a casa .