Crepúsculo

La tarde se viste de ocaso dorado Susurra el viento un canto sagrado Las sombras se alzan, danzan despacio Mas Tu luz eterna vence el espacio Oh, Dios del alba, Dios del ocaso En cada umbral, en cada paso Crepúsculo, suspiro eterno Donde el día y la noche se encuentran en Ti Eres faro en la brisa incierta La llama que nunca deja de arder Si el mundo se apaga y callan las voces Mi alma te busca, sedienta en la noche Como estrella en cielos callados Tu amor reluce, jamás opacado Las horas se funden en sombras y luces En cada latido Tu amor me conduce Senderos inciertos, susurros del viento Pero en Ti descanso, mi eterno sustento Ni el tiempo, ni el mar, ni la sombra más fría Pueden ahogar la luz de Tu día Eres la llama, la aurora escondida Mi sol que renace en cada herida Aun si la noche extiende su manto Y el alma en silencio se quiebra en su canto Tu voz me levanta, me llama por nombre Y en Ti me encuentro, mi hogar, mi norte Crepúsculo, suspiro eterno Donde el día y la noche se encuentran en Ti Eres faro en la brisa incierta La llama que nunca deja de arder