Zamba del ARA Belgrano

Forjado en astilleros boreales Rumbo al sur el destino te llevó De las aguas australes te enamoraste Y el mar argentino te adoptó Y ahora el mar argentino es campo santo Donde duermes por un golpe hecho a traición Hundan al Belgrano ordenó Margaret Tatcher Era un 2 de mayo del año 82 Y partieron cual dos viles puñales Los torpedos del pérfido invasor Sentenciando a 300 argentinos Que el mar en su regazo recibió Mientras el barco se hundía El capitán escuchó A un suboficial que decía Sólo quedamos los dos Si usted no salta, me quedo Salte mi comandante, vivamos los dos Fueron dos largas noches de angustiosa vigilia Sumidos en silencio y en dolor La fe y la camaradería Fueron tu única tabla de salvación Mientras rogabas a Nuestra Madre querida Qué a tus hijos le dieras tu protección Y finalmente al llegar el tercer día Cómo un ángel, llegó el barco salvador Y al ver en el mástil su bandera Ondeando el bello pabellón Desbordó en esos pechos argentinos Un viril viva la patria que al mar enmudeció Y ya todos en cubierta El capitán preguntó ¿Dónde está Barrionuevo? Y cuando en frente lo vio Entre un abrazo de hermanos Un gracias entre lágrimas le susurró