Ascensión Divina — Inspirada en el universo de Bleach

Todo lo que existe Está limitado por reglas impuestas por los débiles. Desde lo más alto de la Sociedad de Almas, Hasta el último rincón del Hueco Mundo, No vi más que cadenas, miedo… sumisión. Fui el capitán perfecto. Sereno, respetado, admirado por todos. Y en cada saludo… ocultaba un propósito. Shinigamis, arrancars, humanos… La autoridad de un capitán No significa nada cuando el mundo está gobernado por ancianos ciegos. Es sólo una jaula decorada. No me interesan sus reglas, Ni su justicia artificial. Quería algo que ni ellos se atrevieron a imaginar: Convertirme en un ser absoluto. El mundo teme al que no necesita permiso. Yo no pedí ser dios… Fui el único dispuesto a asumir ese vacío. ¡Yo soy Aizen! Soy la evolución. El Hōgyoku no me hizo poderoso, Sólo reconoció lo que ya era. La divinidad no se recibe… Se toma. ¿Quién decide lo que es correcto? ¿Quién tiene derecho a guiar a otros? Yo vi sus debilidades El miedo de los Vizard, La desesperación de los humanos… Pero yo soy el fuego que consume sistemas. La Sociedad de Almas, El Hueco Mundo… Todo era solo un escenario, un teatro. Todos esperando un salvador, Mientras yo me convertía en algo más. Ni Ichigo, Ni Urahara, Ni siquiera el Rey Espiritual Fueron capaces de detener lo inevitable. Fingí ser débil. Los guié como corderos, Y celebraron su victoria… Sin notar que cada paso fue mío. Incluso solo… Yo seguía ganando. ¡Soy Aizen! Fui temido, sellado, odiado… Pero nunca olvidado. El dios que nació de la negación. No necesito seguidores, Ni rezos, Ni templos. Cuando abrí los ojos, Entendí que los dioses no nacen… Se forjan. Ser dios no es un título. Es una elección… Que nadie más se atrevió a tomar. La verdadera divinidad… Es no tener límites.