Leyendas del Fuego

En el abismo de los cielos, un titán se alza, Prometeo, rebelde, desafía a los dioses. De las llamas roba el fuego, un don para la humanidad, En sus manos ardientes, la chispa de la vida. El cielo se oscurece, el Olimpo se tambalea, Por un acto de amor, su destino se sellará. Cadena y tormenta, condena sin fin, En el pecho del titán, arde la llama de la rebelión. En las llamas de la traición, una luz nace, El fuego del conocimiento, el precio a pagar. Prometeo, el portador de la llama eterna, Tu sacrificio en el fuego es un faro de esperanza. Desafiando a los dioses, el hombre se alza, Bajo el brillo de las llamas, la humanidad avanza. En el monte del castigo, su dolor es eterno, Águilas devoran, pero su espíritu no se quiebra. El fuego que robó, se convierte en luz de vida, Un héroe en la oscuridad, un faro en la tormenta. El titan está encadenado, pero su legado perdura, Cada chispa en la noche es un eco de su promesa. El hombre y el fuego, unidos en la lucha, Prometeo, en tus llamas, el futuro se construye. En las llamas de la traición, una luz nace, El fuego del conocimiento, el precio a pagar. Prometeo, el portador de la llama eterna, Tu sacrificio en el fuego es un faro de esperanza. Desafiando a los dioses, el hombre se alza, Bajo el brillo de las llamas, la humanidad avanza. Prometeo, en el fuego de tu condena, El fuego que encendiste, ilumina el camino. En cada llama, en cada chispa ardiente, Tu espíritu vive, en la llama, siempre presente.