Mi Alma Boquifloja

Si algún día te digo que te amo, No hagas caso a mi alma boquifloja. No confundas mi mirada enamorada, Con traición a mi promesa y mis amarras. Lo tuyo, es otra cosa. Es mi pecho estremecido al verte. Son mis manos que quieren alcanzarte. Es mi garganta desgarrada por no hablarte; Y el latido acelerado de desearte. Es mi mente que no deja de pensarte, Y tu eterna presencia por las noches. Son mis ojos que te ven a cada hora. Y mis ansias que no dejan de soñarte. Es la nostalgia de un día imaginario, Que vivimos tomados de la mano. Si algún día te digo que te amo, No hagas caso a mi alma boquifloja. No pienses que lo digo con sentido; O que encontré valor en el alcohol. No pongas atención a mis mentiras. No te asustes pensando en el mañana. Lo tuyo es otra cosa. Son los años de distancia entre los hechos Que construyen nuestras vidas separadas. Lo tuyo es una mentira que me cuento por las noches, Y una verdad tan cierta e inesperada. Si algún día te digo que te amo, No hagas caso a mi alma boquifloja. Más bien perdona que, de pronto, mi boca olvide tu presencia, y mi fuerza no pueda detenerme. Y si, sorpresa, tus oídos decidieran escucharme; Olvida pronto, por favor, cada palabra. Nunca admitas los elogios a tu rostro, Ni el furor que tengo por tu voz. Si algún día te digo que te amo; Perdóname. No soy yo. Es tan solo la verdad que vibra en los vacíos de mi alma boquifloja. Lo tuyo es otra cosa.