Melquíades

La primera vez que el corazón se marchitó y no fue por amor La primera vez que todo esto se desordenó La verdad nunca mintió, la verdad nunca salió La segunda vez que los hechos fueron un tanto incongruentes La verdad no sé cómo responderte esta vez, ¿Qué horrible no crees? Y lo sé tan bien que no lo sé Y lo sé tan bien que no lo puedo creer Melquiades, Melquiades Tantas falsedades Mentiras expuestas, disueltas Como ahogarse entre incoherencias Y tantas sutiles promesas Dejan la sangre revuelta Y de todo lo que no se podía negar Lo que no coincide hacerlo pasar En el entre tanto exclamar; Desangrado y afligido, mal herido y algo desabrido, entre los mismos vacíos, entre siglos y siglos distintos, los mismos dichos perdidos, como prejuicios de cabros chicos, ya te digo! La primera vez que volvió a pasar La segunda vez que brotó en novedad La tercera vez que cambió la canción Y en la cuarta no sé ni yo Lo sé tan bien que no te lo puedo creer Lo sé tan bien que en realidad no sé hoy Melquiades, Melquiades Tantas y tantas falsedades Heridas Expuestas no disueltas dejan la sangre revuelta Lo que no coincidió no dejarlo pasar Y Melquíades solo dirá: Aún traicionado, incendiado, desplumado y desterrado, continuo siendo el que ganó, aún de weón tengo la razón, un ignorante conchetumare más caminando sin emoción, soy la razón, la verdad y el calor, y lo que no soy lo soy, soy la inmensidad, la verdad, la realidad, el no errar, el rotar, el imaginar, el brillar, lo primordial, la lealtad, o el bien y el mal ¿Por qué nadie lo hizo callar? La primera vez que debía pasar La segunda vez que da igual