Mi Peor Enemigo

Siento que no existo, me veo rogándole a Cristo, por lo visto ya no existe y por lo mismo ya no Insisto, resisto físicamente, mentalmente no me encuentro listo, mandé un mensaje al cielo y me Ha dejado en visto, por dentro, muy dentro en el fondo, cuando me concentro, encuentro este Pensamiento, nutriendo al aburrimiento y me defiendo con la pluma, a veces el cerebro emite Espuma, se nubla, aunque no soy de los que fuman, ya casi no duermo, si no escribo le mermo y es Que si algo no me gusta, se lo cuento a mi cuaderno, evito un conflicto interno, como un oso en invierno E hiberno, me contradigo y así retraso el infierno, a veces exagero un poco y me equivoco, veo tanta Mierda al día, que me sofoco y no es que le pegue al foco, más bien se prende el foco, para darme Cuenta que sigo cuerdo del coco, en las noches por lo general, mi mente crea un debate, donde por lo General, hay pensamientos al rescate, donde por lo general, estos evitan que me mate, me aterroriza Pensar que un día pierdan el desempate, las ideas que salen de mi cabeza, en una pieza, son más raras Que un buen día de domingo, sin el factor pereza, y que tristeza da el estado depresivo, contando ya Casi 30 sintiéndome improductivo, pero estoy vivo o eso creo, según soy un ser pensante, que aparenta Ser adulto, pero adentro hay un infante, desafortunadamente, afuera va el representante, con Otro puto semblante, de modo antipenetrante, sería un placer saber, que no me va a doler, y últimamente Mi miedo más grande, es el de envejecer, eventualmente todo lo voy a perder, y ese es un hecho, como dice El dicho, siembro, después cosecho, y así aprovecho, para sacar lo que tengo adentro del pecho, la vida Es ancha, el camino estrecho, por culpa del ocio, de gente buena sospecho, y a veces por el ocio, al Tiempo le saco provecho, ayer me dije a mí mismo pensando, Fernando, no le temes a la muerte, más bien Le temes al como y cuando, lo peor del evento, es que no me encontraba soñando, ya perdí el mando, y en Mi cabeza falta una pieza, se está fracturando, ando en piloto automático, dejé de ser simpático, también Bajé los problemas de látigo, ya no descanso, aunque descargue, ni por más pesas que cargue, no hay Sentido, si no puedo levantarme, por más que entrene, no hay toxicidad, que drene nene, y no hay estrés Que frene, aunque el cuerpo oxigene, poner a los demás antes que uno, ya no conviene, y me incomoda El hecho de que el tiempo nunca se detiene, y así señor psicólogo, este fue el prólogo, gracias por Escucharme y ser testigo del monólogo, dígame en su catálogo, qué fue lo que encontró, tiene remedio, o Tendré que aprender a vivir con ello